Y esto qué es?

Buena pregunta... anda, pincha aquí y te explicamos de qué va este blog.

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Dia 4 (cont.). Ginza. Paseo por el Barrio

El teatro

Una vez sales del mercado, hay un corto y agradable paseillo hasta el centro de Ginza. Agradable sobre todo, ya que hoy ¡por fin! salió el sol como es debido :-).

Camino del cruce más céntrico del barrio (Ginza dori con Ginza 4-chome), te encuentras con el teatro de Kabuki más famoso de Tokyo, el Kabukiza.



¿Que qué es eso del Kabuki? Pues hombre, seguro que lo has visto alguna vez. Son obras de teatro sobre acontecimientos históricos japoneses, representadas en japonés antiguo (es difícil de entender incluso para los nativos) recitado de forma grave y monótona, con acompañamiento de instrumentos musicales tradicionales y, durante bastantes siglos, interpretadas por hombres exclusivamente.

Eso no quiere decir que no haya papeles femeninos... también son representados por hombres (se les llama "onnagata", que significa algo así como "andevas con la falda de tu madre, desgraciao").

Los actores de Kabuki son muy famosos allí, liándose con todas las modelos y demás tías impresionantes que pillen por banda. Vamos, a lo Javier Bardem pero con moño.

Las calles de Ginza

Cruce principal de Ginza... uno de esos famosos cruces en los que todos salen de cada acera y esquina para encontrarse a la vez en el centro.

Llegados al susodicho cruce (Ginza dori con Ginza 4-chome)... igual es el momento de contar cómo dicen aquí las direcciones y que significan esas cosas de "chome", "ku", etc, etc.

Las direcciones están divididas en código postal, distrito o ku, nombre, subdivisión de chome (que viene a ser algo así como el bloque, o la manzana), y número de calle y edificio (a veces con este único nombre).

Un ejemplo de dirección sería: 2-7-2, Marunoichi, Chiyoda-ku, Tokio 100. La última cifra corresponde al código postal de Tokio. "Chiyoda-ku" significa que se encuentra en el barrio de Chiyoda, en el corazón mismo de la ciudad. "Marunoichi" es la zona comercial, dentro de Chiyoda-ku. El primer "2" quiere decir segundo chome, una subdivisión de Marunoichi que aparece en cualquier mapa detallado. "7" es la calle y el "2" es el edificio. El sistema eminentemente lógico y claro para el cartero con conocimiento de la zona. Pero inútil para la mayoría de los recién llegados. Los dependientes de las tiendas no saben en que chome trabajan y los residentes frecuentemente no saben el nombre del área vecina. (que es por orden de aparición no de ubicación). Esto lleva a grandes confusiones incluso para sus mismos habitantes, y ni que hablar de los taxis.

Vamos, un lío.

En fin, una vez en Ginza, parece Rodeo Drive pero a lo bestia. Todas las marcas que te puedes imaginar en edificios gigantescos, centros comerciales por todos los lados, sedes principales de muchas empresas japonesas, etc, etc. Ahora ten güebs y entra en una tienda a comprarte algo, venga.






La clase de karate

Y después del paseo, llegamos a una típica clase de karate. Uno de los amigos de Hiroko va a la academia de un conocido profesor de Tokyo, Hiroyuki Kidachi, que incluso aparece en la wikipedia (japonesa) y todo... evidentemente no entendemos qué dicen de él, pero debe dar patadas voladoras como panes.

Entramos por un callejón bastante majo, y ya desde la calle lo primero que oyes son los gritos de los alumnos. Y son gritos, gritos. De los de verdad. Así que acojonao ya llegas.

Una vez dentro, un consejo: no hagas fotos. En Japón entienden el karate no solo como un deporte, es una especie de ceremonia. Ellos lo practican de forma muy disciplinada, colocados ordenadamente de manera jerárquica y mirando a un pequeño santuario o templo que hay en una de las paredes del gimnasio.

Así que lo de las fotos como que no. Por desgracia de eso no nos avisaron, y todavía se me encojen las gónadas cuando recuerdo al amigo Hiroyuki acercándose a mí mientras yo grababa tan feliz un pequeño vídeo del evento. Por suerte debió mascullar algo así como "malditos guiris" y nos perdonó la vida.





Y despúes de la experiencia... a SHINJUKU.

Dia 4. Ginza. Mercado Tsukiji

Pues sí... ¡peazo madrugón!. Había que levantarse prontito para ir al Mercado de Tsukiji, en el céntrico barrio de Ginza. Mercado de visita obligada, ya que es el más grande del mundo (algo así como Mercamadrid pero a lo japonés).

Todas las guías te recomiendan ir a cuando el mercado tiene "vidilla", es decir de 5:00 a 9:00, para entonces meterte en uno de los restaurantes que hay por allí y probar el sushi más fresco del mundo, recién sacado del mar... así que para allá que vamos.



Una vez allí te encuentras en un sitio mágico... cientos de personas moviéndose en extraños carros a motor, con cajas y enormes atunes de un lado para otro, múltiples puestecillos de todo tipo de comida (no solo pescado), pequeños restaurantes con gente desayunando, y muchos muchos curiosos dándose paseos y disfrutando del ambiente lleno de colorido.


Todavía en los almacenes con el atún


Colocando el atún después de la subasta


Y ahora, a recuperar fuerzas en los puestos callejeros de comida


Puestecillo con comida seca y envasada


Llevando el pescado de un sitio a otro con el chisme raro ese


Otro de los mozos de los almacenes, también llevando pescado de un sitio a otro... pero éste no está motorizado el pobre :-)


Gente paseando por el mercado


Más puestecillos de comida rápida


Las chicas comprando comida, claro. Estamos en un mercado ¿no? :-)


Los restaurantes... ¿Habéis visto qué colas, un sábado a las 9 de la mañana?

En el restaurante no te dejaban sacar fotos (a lo mejor por el creciente problema del espionaje industrial en el mundo del sushi :-P), pero qué decir... espectacular. Por menos de 20 euros (3000 yenes aprox.) pruebas el mejor plato de la carta. Os garantizamos que es otro mundo, no tiene nada que ver con lo que hayáis probado anteriormente.

Y de allí, un paseíto hasta el centro de Ginza, el Rodeo Drive de Tokyo, con todas las prohibitivas tiendas fashion juntas (seguimos en esta entrada).

Sigue nadandooo

Dia 3 (cont.). Roppongi


En Roppongi empezamos por el extremo Este, fuera de lo que es el barrio, pero comienzo de todos los paseos por la zona. Allí es donde está la Tokyo Tower, torre de comunicaciones de 333 metros, construida en 1958 a ligera semejanza de la torre Eiffel.



En Roppongi, poca cosa turística que contar, es una de las zonas de marcha más conocidas de Tokyo. Al tratarse de un barrio lleno de embajadas (69 de las 127 que hay en Japón se encuentran aquí) hay bastantes extranjeros, mucho más de lo habitual por otros barrios. Eso también se nota en el ambientillo de los bares, más internacional, más estilo pub e incluso con música española, latina, etc.

Aquí nos podéis ver en un Gas Panic (bares llamados así por el atentado con gas tóxico que hubo en el metro de Tokyo), con un grupito de japoneses muy majos con los que estuvimos jugando a lo de las piezas de madera que se caen (y tomando unas copillas, claro, que era la hora feliz):




Ejemplo de la globalización del barrio:



Y bueno, como hasta de copas siempre hay tiempo para el turismo, dimos una vuelta por la zona, viendo las enormes torres de Roppongi Hills, un complejo comercial gigantesco con 224 tiendas, restaurantes, cines, hoteles, museos, etc, etc.

Y esto es un cacho nada más :-) :



Bueno, y a dormir ¿no?... ¡que mañana toca levantarse a las 5, para ir a desayunar el sushi más fresco del mundo en el mercado de Tsukiji! (aquí está la entrada).

Dia 3 (cont.). Odaiba


Odaiba es una zona lúdica enmedio de la bahía de Tokyo. Las maneras más chulas de llegar son en un tren superfuturista, pasando por un puente espectacular, o en un barco que parece una nave espacial. Nosotros fuimos en barco, ya que estábamos en Asakusa y sale justo de ahí.

Aquí tenéis una fotillo del aparatejo, con el Rainbow Bridge de Odaiba fondo:



El Rainbow Bridge es un peazo puente colgante que une Odaiba con Shibaura (de 918 metros de largo), y una de las fotos más clásicas de Tokyo. Luego os pondremos alguna otra más.

Una vez en Odaiba, aparte de las impresionantes vistas del puente y la ciudad, te encuentras de frente con un extraño edificio muy chulo, el de la FUJI TV, donde se ruedan series bastante populares por allí. La iluminación del edificio cambia de color por la noche y es todo un espectáculo verlo.


Por Odaiba te sientes más o menos como en Las Vegas, pero en vez de tragaperras, máquinas recreativas de todo tipo. Entramos en un centro comercial enorme (además nos vino muy bien, que había empezado a diluviar), lleno de tiendas y luces de colores y ambientado en Hong Kong (debía ser la semana fantástica de China o algo así).

Desde allí puedes ver media ciudad, con el puente, con una réplica de la estatua de la libertad y con la Tokyo Tower al fondo (una torre de comunicaciones muy parecida a la Torre Eiffel).



Está todo lleno de rinconcitos con enormes corazones iluminados, para hacerte fotos babas :-). Seguramente porque hoy es el "White Day", una especie de San Valentín Japonés que se celebra el 14 de Marzo, donde los chicos les regalan algo a las chicas (en San Valentín regalan ellas, y en el White Day ellos. Muy organizado).



Y desde Odaiba, con el tren nos dirigimos rápidamente hacia la zona de ROPPONGI, a tomarnos unas merecidas copas después del día tan completo y húmedo.

La religión en Japón

Bueno, vamos con un pequeño tutorial de qué es lo que hacen los japoneses en esos templos y santuarios tan divinos.

Vayamos por partes:

1- ¿Dónde estoy?
Evidentemente lo primero es saber dónde estás metido. En Japón hay mayoritariamente 2 corrientes religiosas: el sintoismo (más antigua y de origen japonés) y el budismo (más moderna y de origen hindú).

Sacado de la wikipedia:


La religión de Japón no es algo muy definido, pues ellos no creen en una religión en particular. En cambio ellos incorporan los rasgos de muchas religiones en sus vidas diarias en un proceso conocido sincretismo. Las calles japonesas se decoran en Tanabata, Obon, Halloween y Navidad. Una oración popular cuando se tienen problemas es "Kami-sama, Hotoke-sama, dōka otasuke kudasai." ('Dioses y Buda, ayudadme de alguna forma, por favor') que parece implicar una creencia sincretista.

Muchas personas, sobre todo aquellas pertenecientes a generaciones jovenes, sienten que las religiones en Japón son la parte de la cultura tradicional.

El budismo es la religion ligeramente mayoritaria; el sintoísmo fue religión oficial de Japón hasta el siglo VII y actualmente es la segunda religión en número de seguidores. Debido a la influencia histórica de China, también hay confucianos, taoístas, etc. También se practica el cristianismo, principalmente en sus formas de protestantismo y catolicismo, aunque es una religión minoritaria.

El shintonismo proviene de tiempos prehistóricos, como una religión con respeto a la naturaleza y en particular a ciertos lugares sagrados.

La adoración del Shinto es hecha en lugares santos. Sobre todo es importante el acto de purificación antes de la visita a estos lugares sagrados. Estos sitios al principio pueden haber sido usados para adorar al sol, formaciones de roca, árboles, e incluso a sonidos. Ya que cada una de estas cosas fue asociada con una deidad esto causó un complejo politeísmo religioso. Se conocen a las deidades en el shintoismo como "kami", y "Shinto".

El Shinto como una religión indígena no tiene ningún libro santo, ningún fundador, y ninguna Canon. El Nihonshoki y el Kojiki, sin embargo, contienen un registro de mitología japonesa. Es una de las religiones más grandes de Japón siendo a su vez la religión natal. Esta se originó en Japón y es casi exclusiva de allí.

El Budismo llego a Japón en siglo VI, de la parte meridional del reino coreano de la península de Baekje, donde el rey Baekje envió al Emperador japonés una pintura de el buda y algunas sutras. Los aristócratas japoneses construyeron muchas estatuas y templos budistas en el capital en Nara, y posteriormente en la capital de Heian (ahora Kyoto).


En general el japonés interioriza la religión, tomando aquellas partes de cada cual que más le convienen y llevándola de manera personal, sin grandes aspavientos ni expresiones. No encontrarás apenas sectores de los considerados "extremistas", ni "fundamentalistas" ni nada de esas cosas que encuentras en otras religiones más globalizadas (aunque tienen de todo, recordad el ataque de una secta apocalíptica con gas tóxico en el metro de Tokyo hace unos años).

Con respecto a la forma de santuarios (sintoístas) y templos (budistas), sacado de la guía de National Geographic:


Un santuario sintoista se reconoce por el pórtico (torii) de la entrada y por estar pintado de rojo y blanco, los colores rituales masculino y femenino. Además, carece de imágenes, ya que a los antiguos dioses no se les confirió forma alguna. Los únicos elementos figurativos son las parejas de komainu (leones perros), que suelen alzarse a la entrada para proteger el santuario contra el mal, y las representaciones de animales que hay en algunos santuarios, consideradas mensajes divinos, como el zorro, el familiar sirviente de Inari, divinidad del hogar y la cosecha, o el caballo; las pequeñas placas de madera que se colocan delante se llaman ema (cuadros de caballos), un término que en la actualidad hace referencia a las placas votivas en general.


En cuanto a la forma de los templos... pues aquello que no son santuarios :-). Además lo pone en el mapa, hombre (curiosamente se señalan con un símbolo muy característico, de origen milenario y forma de esvástica, es decir, el símbolo tristemente adoptado por los nazis cientos de años después).

Suelen estar precedidos por un pórtico gigantesco adornado por enormes farolillos:



2- ¿Qué hago?

Pues mirar y hacer fotos, so guiri :-)

En los templos te sueles encontrar con una serie de cosas muy curiosas:

- La fuente. Con unos cacitos para lavarse y entrar purificado al templo. Lo coges con una mano y te lavas la otra. Luego repites el proceso con la otra mano y por último, la cara a la altura de la boca.


- Una especie de pozo donde queman un montón de incienso, saliendo una humareda considerable. Te acercas y te echas el humo encima, para ahuyentar a los malos espíritus.


- La campana. Esto es para los budistas practicantes, no tiene que hacerlo el guiri. Tiran una moneda a una caja de madera y luego hacen sonar la campana (o dan dos palmadas), para llamar a los dioses. En ese momento juntan las manos y suelen estar un rato meditando.

- El interior. Hay una zona donde la gente transita, va y viene, y una especie de altar donde solo se ponen los monjes para dirigir los rezos a determinadas horas.

- Los papelillos de la suerte. Echas una moneda y sacas un papelillo, bien mediante unos palillos con un número para sacarlos de un cajón o bien directamente de un montón. En ese papel te dicen la fortuna... si te gusta, te lo llevas. Y si no, lo cuelgas de unos cables que hay cerca, para que tu mala fortuna se la lleve el viento.


Imágenes del templo de Sensoji (más info sobre este templo en esta entrada).

Dia 3 (cont.). Asakusa


Asakusa está bastante cerca de Ueno, junto al río Sumidagawa. Una vez te bajas de la estación puedes observar a los rickshaw trabajando, taxis de tracción humana (jinrikisha).

Este invento nacido en Japón hoy en día se reserva principalmente para dar paseos turísticos. En Kyoto pueden verse los días festivos a mujeres con sus kimonos cogiéndolos a la salida de los templos.

Lo primero que te encuentras es esta cosa rara:


¡¿¡¿Pero esto qué es?!?!? Bueno, pues es el edificio de la cerveza ASAHI, y se supone que la torre dorada es el vaso y el churro a la izquierda simboliza la espuma. ¿Estupefactos eh? Pues imaginaos nosotros cuando lo vimos :-)

Enfilamos para el otro lado camino al Templo Sensoji, uno de los más importantes y bonitos de Tokyo. Su entrada (puerta Kaminarimon) es imponente (no te olvides cruzarla por el medio, que por los lados nos dijeron que implica que eres un mierdecilla o algo así):


Y a continuación para llegar al templo propiamente dicho, pasas por Nakamise dori (lo de que la palabra calle sea "dori" es una señal divina de que Nemo tiene que estar por aquí, seguro). Esta calle es un mercadillo bastante entrañable, lleno de puestos de dulces, comida, etc:




Al final, el templo:


Y allí es cuando caes en la cuenta: ¡¡¡ andá, pero si es nuestro primer templo !!! ¿Y ahora qué hago? ¿qué no hago? ¿qué hace toda esta gente?

Tranquilos, tranquilos. En esta entrada va un pequeño tutorial.

Después del templo iremos de vuelta al edificio del churro cervecero, que de ahí sale el barco para recorrer la bahía... destino, ODAIBA.

Día 3. Ueno (Okachimachi)


Hoy comienza un día maratoniano, vamos a ver cómo se da.

Empezamos en la zona de Ueno, ya que el piso de Hiroko está al lado de Okachimachi.


Las calles entre la estación de Ueno y la de Okachimachi conforman la zona de Ameyoko, llena de tiendecillas y puestos callejeros. Muy auténtica.


Más arriba está la calle principal del barrio, con altos edificios, karaokes, centros comerciales, etc.

Por esta zona callejearemos, iremos de compras y saldremos de juerga unas cuantas veces, así que hablaremos de ella con bastante frecuencia.

Hoy damos una vueltecilla rápida y enfilamos enseguida al primer destino del día, justo al ladito de Ueno: ASAKUSA.

El transporte

El metro

El metro es muy curioso (bueno, todo es curioso aquí). A ver… para empezar las estaciones son gigantescas, llenas de gente moviéndose frenéticamente de un lado para otro, pero sin esa cara de estrés que tenemos en Madrid. Van deprisa porque son así (y mira que nosotros vamos rápido… pero es que ellos son como balas). En la estación te puedes encontrar con líneas de cualquiera de las 3 compañías, por lo que tienes que tener muy claro a donde vas y qué combinaciones vas a hacer. Una vez que lo sabes, miras en el mapa y ves un número, que es el importe del billete. Te vas a la máquina rara, buscas ese mismo número y le das.

Fácil, no?

Lore luchando con la máquina expendedora de billetes

Una vez nos pasó una cosa curiosa… la máquina se tragó una moneda, así que pulsamos el botón para hablar con un encargado. Cuando pensábamos que iba a decirnos algo por el altavoz… va el señor y aparece de la nada, por una minúscula ventanilla que había al lado del aparato. Nos quedamos flipados… ¿había estado ahí siempre? Igual detrás de la máquina no hay nada, solo un señor que te da el billete por el agujerillo :-P

Y hablando de máquinas expendedoras... el mundo del vending es tan tan tan fliplante que merece una entrada propia.

Evidentemente es un país civilizado, así que no hay unos tornos gigantescos para que no te cueles… simplemente está la entrada, metes el billete si quieres (que obviamente es algo que hace todo todo todo el mundo) y tiras pa dentro. Y para salir igual, metes el billete que has utilizado para entrar.

Y si llevas el JR Pass (que sirve para la línea circular de Tokyo), lo enseñas en la puerta y entras. Lo curioso es que casi nadie te lo mira, así que podrías llevar el de tu primo el del pueblo de hace un año y no pasaría nada de nada.

Luego dentro… impecable. Ni un papel… ¡y no hay papeleras! (por temas de seguridad, nos contaron). Pero para tirar algo tienes que irte a determinados puntos que pueden estar en el quinto pino… y aún así no hay ni un mísero papelillo por los suelos. Lo flipas.

El andén es otro mundo. En cada uno tienes marcas en el suelo que te indican el número de vagón y donde tienes que hacer la cola. En unos paneles puedes ver cada vagón en qué puerta te dejará de la estación a la que vas, y el tiempo que se tardará en llegar. Dentro del metro también hay unas pantallas que te informan del tiempo a las próximas estaciones y esas cosas.

En cuanto a lo de la masificación… pues mira, más o menos como Madrid en hora punta, así que por ese lado nada nos espanta.


Para meterte en el vagón tienes tiempo mientras dure una musiquilla muy ñoña… es como el juego de la sillita pero con el metro :-). Luego una vez dentro te das cuenta de una cosa que al principio pasa desapercibida, pero al cabo de unos minutos te viene a la cabeza: “¡coño, pero qué limpio y que nuevo está!... ¡pero si es que no hay ni una pintada!”. Como lo oyes. Ni una pintada, ni un grafitti, ni un papel por el suelo… ni ná de ná. Sopas se podrían comer en el suelo.

Ah! Y lo del móvil… resulta que en el metro hay cobertura, pero la gente no lo usa (bueno, no lo usa para hablar, que luego están juguetando con el todo el camino, con mensajes pacá y pallá, con jueguecitos, etc, etc.)… y no lo usan ¡para no molestar! ¡tócate los gü..!. ¡¡¡ Pero si es que además por la calle lo llevan con el sonido bajo o en vibración (nada de politonos con regetón a tó lo que da) !!!

En general es una sociedad orientada a la convivencia y al respeto. Son mucha gente, y hay que estar organizados y acostumbrados a convivir. Igualito que en otros sitios ¿eh?

El autobús

En cuanto al autobús, lo utilizamos bastante en Kyoto, ya que allí te llevan a los templos y es muy práctico, mucho más que el metro que solo hay dos líneas con muy pocas estaciones. El autobús tiene unas características singulares muy curiosas (cómo no, aquí todo es diferente). En primer lugar, las primeras cien veces, te confundes de sentido. Como aquí se conduce por la izquierda, instintivamente siempre me coloco para cogerlo en el lado contrario. Sí, vale, vale… tú ves pallá y luego me cuentas si no te pasa ¿eh?. :-P

Luego cuando llega, tienes que entrar por detrás, te sientas y yastá.


Dentro tiene unos monitores o displays donde te indican por escrito y hablado (tanto en japonés como en inglés) la próxima estación, muy organizado. Además el conductor lleva un micro a lo Madonna y te lo anuncia de palabra… con una voz gutural que realmente acojona. La primera vez que la oímos pensamos que el tío estaba de coña, o cocido… pero no, todos hablan así. No me preguntes más que no tengo ni idea de la explicación :-).

Eso sí, como lo cojas en hora punta… pues como en Madrid, mira. Apretaos como sardinas en lata. Nada nuevo, vamos. Bueno, sí… allí curiosamente la gente no huele raro. De verdad, os lo juro. Nadie huele. Debe ser porque están todo el día en los baños. O no. En fin.

Recomendaciones para el autobús… sácate el abono diario, que sale muy bien de precio y vale para el metro público también, ya que estarás todo el rato de templo en templo, subiendo y bajando. El de un día vale 1.200 yenes y el de dos, 2.000. Bastante asequible.



El taxi

¿Os hemos dicho ya que el taxi se abre y cierra solo? Sí ¿verdad?. Muy fuerte.


Lo utilizamos sobre todo en Kyoto, que las distancias son más cortas. En Tokyo no lo recomiendan a no ser que sea para recorridos cortos (o porque se te acabe el metro y no tengas más narices). En Kyoto hay mogollón de taxis, no tendrás problema en cogerlo. La bajada de bandera son 640 yenes, unos 4€… no, no es caro. Con esos 640 yenes tienes para 15 minutos largos. La primera vez que te subes parece que está roto y todo, ya que no se mueve en un montón de tiempo. Luego va subiendo poco a poco en incrementos de 80 yenes. O sea, que está tirao de precio. Por 1.000 yenes te puedes ir casi desde el templo dorado hasta la estación de tren (casi de punta a punta de la zona centro). Si no hay atascos, claro, que como pilles hora punta vas a tardar el triple.

El tren

Lo del tren bala (Shinkansen) es la caña. Es como un AVE pero hay cienes y cienes cruzando todo el país. Con el JR Pass puedes subir a todos los JRs menos al Nozomi, que es el más rápido y más cañero. De todas formas, al que te puedes subir va prácticamente igual de rápido y es super espacioso, limpio (claro) y comodísimo.

Aquí podéis ver las líneas del suelo para hacer cola, como en el metro:


En esta foto del interior del tren que nos llevó a Hakone puede verse también una cosa muy práctica: los asientos se pueden girar a voluntad, para que si vas en grupo puedas hablar con el resto de tus coleguillas.


Una cosa curiosa es lo que nos pasó la primera vez que subimos, ya que nos tocó el primer vagón después de la máquina. De repente sale de la cabina el revisor, se planta en medio del vagón, se quita el gorro y se pone a hacer reverencias como un descosido, mientras dice un montón de palabros en japonés a modo de saludo o algo así (suponemos). Luego se pone la gorra y empieza a picar los billetes con una amabilidad extrema. Igualito que en los Cercanías ¿eh?.

La bici

La utiliza todo el mundo, desde los jóvenes hasta los abuelillos, con falda o pantalones, con chanclas o con taconazos… incluso si llueve (eso es la caña, con una mano sujetan la bici y con otra el paraguas jajajaja).


Abuelillo en bici por Ginza

Cuando por ejemplo, van de casa al metro, la dejan en unos aparcamientos especiales (que también tienen alquiler de bicis), se meten en el metro para ir al curro, y luego por la noche vuelven y la recogen. Por eso junto a las estaciones siempre hay un montón de bicis aparcadas.


Ciclista por Akihabara

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