China en Madrid

El pasado mes de Febrero se celebró el Año Nuevo Chino (año del Tigre), concretamente el 14 de febrero comenzó el año 4709 (no veas si nos sacan años de ventaja ¿no?). Su calendario se basa en las fases lunares, o "solilunares"... que la wiki lo explica muy bien así:

Basado en el calendario solilunar utilizado tradicionalmente en China, las celebraciones comienzan el primer día del primer mes lunar (正月, zhēng yuè) y terminan el día quince, cuando se celebra el Festival de los faroles (元宵节, 元宵節, yuánxiāojié). Durante este periodo se produce la mayor migración humana del planeta, el "movimiento de primavera" (春运, 春運, chūnyùn), con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias.

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Para poder calcularlo hay que tener en cuenta que comienza con la segunda Luna nueva tras el solsticio de invierno boreal (22 de diciembre), es decir, entre 30 y 59 días después, lo cual puede ser entre el 21 de enero o el 21 de febrero.

¿Y luego tienen días y meses como nosotros? Pues eso me preguntaba yo... que entonces sí que el cacao puede estar montado. La verdad es que tradicionalmente utilizaban calendarios raros, pero a partir de principios del siglo XX intentaron introducirlo poco a poco, primero para negocios (¿ves? para no liarla) y luego ya en el día a día. Esto se formalizó en 1929 finalmente.

Y volviendo a las celebraciones, la verdad es que fue bastante curioso ver Madrid decorado así... aunque para lo de ver tanto chino junto yo creo que ya nos vamos acostumbrando y ya no llama la atención.

El sábado 13 se hizo el desfile con los dragones esos tan monos y bailecitos y actuaciones posteriores, cosa que continuó el domingo 14. Aquí van un par de fotos del escenario que montaron.

Después, para seguir con el día "achinado" fuimos a comer al restaurante que todos los chinos dicen que es el más auténtico de Madrid: ¿el "Asian Gallery" del Palace?. Pues no (aunque ahí se come de miedo y se clava de fábula, la verdad). Fuimos al chinocutre del Parking de la mismísima Plaza de España.

Ya cuando llegas y ves un montón de chinos y no tan chinos comiendo dentro, y una cola más grande que el sitio, pues piensas "oye, esto va a ser que está bien". Y efectivamente, eficacia oriental, rapidez y comida super casera tiradísima de precio (pero tirao-tirao, de verdad). Un sitio tan feo estéticamente como agradable gastronómicamente (que es lo que importa, ¿no?).

Sigue nadandooo